sábado, 21 de mayo de 2011

LAS HORAS Y EL SUEÑO

LAS HORAS Y EL SUEÑO
Con una extensión de sesenta minutos sin embargo  se extienden y se encogen a placer, pasan a veces inadvertidas por su premura y otras veces se callan y extienden, las horas no se detienen nunca y no a todos los habitantes de este mundo nos parecen la misma cosa, ni tienen color las horas, pasan y pasan y se deja sentir su paso inexorable a través del reloj que nos avisa, la luz del día, el olor del ambiente, los aconteceres cotidianos, las circunstancias que nos embargan, las horas se adueñan de los pequeños seres que somos como una ola gigantesca que crece y se agranda más y más con su paso gélido e inexorable, siniestro e impasible que nos recuerda,  nos obliga a recordar que todos tenemos una hora señalada y nos apresuramos casi ebrios a llenarlas de acontecimientos, como si con eso quedara encubierto su paso mortífero, nosotros hacemos las horas que silenciosas laceran nuestro ánimo, es nuestro tiempo , unas veces mas corto otras veces más largo, lo hacemos  sin saber que nos  va devorando y que poco a poco nos encierra en sus límites, solo el paso etereo del sueño las obliga a detenerse.

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