jueves, 14 de marzo de 2013

TOSKA












TOSKA

El hombre ha hecho de la Tierra un infierno para los animales.



Hemos recorrido ya un buen trecho desde entonces, muchos kilómetros, sin ti, los años pasan deprisa, erguidas vamos haciendo el camino hasta encontrarte, pueden llenarse de brumas los días y calarnos hasta los huesos, pero enfrente al otro lado del mar habitas tú prisionera, intentando escapar, en mi memoria, no podemos mirar en esa dirección que nos lastima y nos llena de ausencia, aquel antro está vacío, ya no existe y sin embargo juntas te buscamos sobre la faz de la tierra, en dónde es seguro que te encuentras, ella no puede saberlo pero siente mi impaciencia, aquella luna de agosto que por primera vez contemplábamos separadas, aquellos días se prolongaron cuando definitivamente y entera te dormiste entre mis brazos.
Toska querida ¡cómo te extraño¡ no sé  cuantas veces al día te recuerdo con tus ojos brillantes de color miel, con tu hermoso pelo rojizo, con tu mirada intensa y ardiente, con tu feminidad resuelta y firme  ¡cuánto te echo de menos¡ recostada, junto a la música que tanto te gustaba y tranquilizaba, distante, y con  tus ojos clavados en mí.

Juntas hicimos un largo camino, leímos muchos libros, estudiamos muchas materias y tú siempre me decías en qué momento debía parar, posando tu pata sobre los folios a la hora de salir, ¡cuántos momentos amorosos vivimos! y ¡qué bien diferenciabas el bien del mal! Tan inteligente como tú, nunca he conocido a nadie, siempre atenta, siempre despierta, siempre alerta, dabas la impresión de que no morirías nunca, tan grande era tu instinto de supervivencia.

 ¡Cuánto te quise Toska¡ siempre vigilante… era tal nuestra compenetración, que a la hora de enloquecer, enloquecimos juntas, inseparables, caminábamos siempre  largas horas, incansables, Toska querida, te nombro para hacerte vivir, este momento, en el que escribo sobre ti, buscando la serenidad que tú me dabas, segura de ti misma, y candorosa.

 Mi adorada perrita, ¡cuántos deseaban tu muerte!…  finalmente la encontraste   en medio de la traición, como no podía ser de otra manera.

Ahora, Toska, sigo mi camino con otra perrita adorable, que ocupa tu espacio y te conoce y te siente en mis lágrimas, cuando en días como hoy te extraño tanto. Te traigo a mi memoria, reclamando tu  presencia, que siempre me indica el camino y la decisión correctos.

Toska querida, te nombro y te siento…habitas con tu pasión desmesurada entre nosotras, que en silencio te escuchamos y te sentimos,  y caminamos también juntas, con la esperanza de encontrarte en un recodo del camino. Gracias Toska.

¡Ojalá¡ no te vayas nunca.