jueves, 10 de octubre de 2013

El espejo de un sueño









El espejo  de un sueño

La tarde se acerca y los últimos rayos del sol reverberan contra los cristales de un auto que continua su trayecto de kilómetros hasta llegar a  una gasolinera  con una posada símbolo de descanso para muchos camioneros  que en mucho tiempo no han conocido el sueño.
Después de dejar el tiempo atrás, pues cada paso en la carretera supone tiempo abandonado para llegar a un páramo con una gasolinera y una fonda en la que dormir una noche  y como tantas, sumergirse en la sombras nocturnas.
Transcurre la noche sin altibajos, los justos para despertar y pararse a pensar en el sueño.
Largos caminos que abocan en ese placentero descanso para llegar a la tierra más alejada, profundo sueño que desvela presagios del porvenir, una guerra cruel se abate sobre nuestros sentidos, ella despertó dos veces en el transcurso de la noche, forzó sus ojos prietos y contempló un espejo a oscuras, eran tiempos pretéritos, era la guerra civil que volvía y una explosión tuvo lugar en su ventana cuando los pájaros cantan y se anuncia un nuevo día lleno de venturas. Un espejo ciego le reveló su ser más recóndito, es  el espejo del mundo, simplemente una explosión, los perros fueron liberados de sus cadenas para continuar su paseo habitual, el empleado de la gasolinera les anunció las acostumbradas reseñas de una ciudad durmiente, aún entre las sombras de la noche, los amigos llegaron a la gran ciudad con el resabio del trayecto indeterminado de sus vidas , una noche, una noche ha bastado para reflejar  el espejo de los sueños malogrados inesperados y fútiles , ¡señores la guerra ha comenzado! y nosotros nada sabemos de artillería y otras habilidades del ejército de turno, pero la guerra continua.

Se levantó de la cama y se miró en el espejo, era una sombra macilenta del pasado, era un rastro a seguir en un momento en el cual los rostros son la viva imagen de la muerte.

De: Silencios en Otoño.


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