viernes, 17 de junio de 2011

ROSAS METÁLICAS

ROSAS METÁLICAS

Berkeley afirmó la existencia continua de los objetos, ya que cuando algún individuo no los percibe, Dios los percibe.

Acababa la tarde después de un largo paseo entre chopos y estanques de un día gélido de nieve.
Empapados de misterio, todo transcurría sin pausa, con un toque de magia en el ambiente, tomábamos mucho té preparado con  parsimonia en un samovar improvisado que evocaba sus orígenes, ahora irrumpiendo en tierras lejanas.
Con un afán y un empeño inusitado entraba su atmósfera por todos los rincones de la casa, de la ropa, miradas evanescentes... movimientos lentos... caminar sin embargo firme y decidido a enamorar a su presa como saliendo de un sueño.
Ya de madrugada llamaron a la puerta, y con el temor que despierta  a esas horas semejante sobresalto miré a través de la mirilla y vi a una mujer de apariencia muy frágil, la dejé entrar y se acomodó en la orilla de nuestro lecho, empezó a hablar en un ruso suave y con el rostro encendido, contemplé absorta la escena, ella hablaba y hablaba y él asentía continuamente dejando entrever su buena acogida, al cabo de un rato se levantó y se fue, dejando una estela de misterio a nuestro alrededor, él estaba exultante, recordó a su madre a quien asoció con la visitante,  se trataba de su hermana.
Lo maravilloso del transcurso de esos tiempos en el tiempo, es que cada minuto se prolongaba más y más y las cosas adquirían más y más relieve, de tal manera que se llegaba al olvido de otro tiempo que aparecía entonces apresurado, anodino y simple, sin vacilar me dejé llevar por esa magia que inevitablemente resaltó las verdades enterradas que afloraban sin cesar en una vorágine más allá de la muerte, más allá del pasado, intemporales y eternas.
Salimos en silencio a las calles mojadas, la atmósfera velada impregnaba nuestras ropas, distantes y sonrientes caminabamos en un amanecer tierno y frío, al llegar a mi casa, amoroso y dulce me tendió un brazalete pequeño pergeñado de rosas metálicas que ahora reclaman mi atención desde el fondo de una caja… ….   

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