jueves, 26 de mayo de 2011

SHAHRAZAD








SHAHRAZAD
… …Un  documento del siglo X, el Fihrist, narra la historia liminar de la serie: el juramento desolado del rey que cada noche se desposa con una virgen que hace decapitar en el alba, y la resolución de Shahrazad que lo distrae con maravillosas historias, hasta que encima de los dos han rodado mil noches y ella le muestra a su hijo.
De los traductores de las 1001 noches. J. L. Borges

Es el terror a la muerte el que nos hace salir del letargo, capaces de cualquier cosa con tal de  apaciguarlo, así, un jovencísimo artífice de las letras  inmerso en un mundo de violencia y desasosiego quiso poner fin a tanta zozobra y se inventó un cuento. El cuento narraba la historia infantil de una pequeña que sale a trabajar hacia las tierras paternas muy de mañana y cuando estaba recogiendo gavillas,  encontró a una dama muy brillante y vestida de blanco, que como premio a su buen proceder en medio de tantas penalidades y malos tratos, le entregó un canasto lleno de piedras preciosas, muy agradecida, la niña corrió hacia su casa con el fin de enseñar el presente a sus padres, al verla llegar su padre, avaro y violento, con el canasto en el brazo y contemplar el esplendoroso contenido, se abalanzó sobre ella para arrebatárselo y cual no fue su sorpresa que al tocar, él , las piedras, estas se convirtieron de pronto en vulgares trozos de carbón.
 Tuvo gran aceptación el relato  y fue muy aplaudido, lo premiaron incluso con el mejor galardón, la simpatía que suscitó el hecho de que su autor  apenas contara con siete años de edad. A partir de entonces, un difícil entramado de aconteceres cotidianos le impelían a inventarse otros relatos, con el único fin, inconsciente aún, de sobrevivir a su desdicha y con idéntico éxito.
 Descubrió asimismo con asombro los relatos sorprendentes en boca de Shahrazad en las 1001 noches que entretenían al rey, con el fin de salvarse de la muerte, que las gentes a lo largo de la historia de la literatura cuentan historias sin fin cargadas de mensajes y actitudes ejemplares, y  otras que existen dentro de los relatos mitológicos de las diferentes civilizaciones, hasta llegar a nuestros días en los que todos absolutamente todos los autores se enfrentan a ella con afán, a través de infinitos recursos y pocos muy  pocos se olvidan de nombrarla. Comprobó también estupefacto, como poco a poco  se había transformado en Shahrazad  que debía entretener al rey por pura supervivencia , entonces,  a través de la magia de las palabras,  ejercía  ese oficio de  contar historias cada noche a los numerosos reyes que iban apareciendo en su vida, y confirmó en fin con estupor, que siempre... habrá  un rey a quien distraer y  siempre... existirá una Shahrazad con 1001 noches que contar.

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