jueves, 16 de junio de 2011

LA CAJA DE SETAS AMARILLAS

LA CAJA DE SETAS AMARILLAS

... ese laberinto, que consta de una sola línea recta y que es invisible, incesante... ...
J.L.Borges (La muerte y la brújula)

El bar era oscuro, amplio y desolado sin embargo se podían escuchar en él las voces que antaño le  poblaban. En un rincón sentada en un taburete y muy erguida una mujer  frente a una enorme caja iba limpiando setas primorosamente, me detuve un instante y la saludé amable, era el lugar en el que debía permanecer unos días y curiosamente se hallaba ubicado justo al lado de un tanatorio muy anunciado y con muchos teléfonos, que me hizo reflexionar desde el primer momento, no se lo mencioné en este primer encuentro pero yo estaba bastante impresionada.
La mujer me acogió cordial  y sonriente aunque era parca en palabras, me indicó la habitación y me aseguró que estaríamos solas en el piso, entré y me instalé frente al tanatorio, rápidamente la aprensión me hizo cerrar la ventana, como si la muerte no pudiera traspasar ventanas cerradas… pero todos los días acababan, cerrando yo misma la ventana antes de dormir, y durante el día la dejaba abierta, de ese modo mi  encuentro con su recuerdo se hacía más llevadero.
     Todo estaba desierto, incluso ese lugar en el que solo habita la muerte, lo observaba todos los días por si alguien aparecía para estar alerta, (ya le había preguntado a la mujer si funcionaba el tanatorio y ella me miró turbada con cara de disgusto), y nada, no ocurría nada… yo visitaba todas las tardes a la mujer mientras tomaba algo, y ella no paraba de  hablar muy cortante, pasaron los días y continuaba limpiando setas, me contó la historia de las setas amarillas y que pensaba venderlas, yo quise ayudarla pero me dijo que sin guantes se teñían de amarillo las manos; hasta que un día me asomé a la ventana y comprobé con estupor que en el tanatorio había movimiento, bajé al bar y pregunté ¿por qué está abierto el tanatorio? Han traído a una anciana que ha fallecido—me respondió, subí inquieta a la habitación y me asomé valiente a la ventana, vi como cuatro personas muy serias estaban sentadas esperando, cerré la ventana y me dispuse a dormir.
Al día siguiente tenía que salir de viaje, ya no había nadie  en el tanatorio y cuando terminé de preparar las cosas, volví al bar para despedirme de la mujer, me dio un abrazo, se metió en un cuartucho y salió con una caja de setas en las manos, con la  que me obsequió muy gustosa.

REENCUENTRO

REENCUENTRO

"Todo lo cercano se aleja"
Goethe

Son las ocho, es la hora de cenar,  vuelvo con la perrina a casa por ver si te encuentro, nada, has desaparecido de mi vida, no te encuentro, solamente están los útiles de escritura y algunos links en que aparece Borges hablando de la ceguera, me dirijo al trastero y revuelvo entre cajas y libros nada, no encuentro nada, son los duendes del pasado que están dormidos esperando que mi varita mágica les despierte, mientras tanto me sublevo, doy vueltas y más vueltas buscando, me siento a esperar y nada, has desaparecido por completo, trato de buscar una excusa, son los kilómetros recorridos, que va, no hay nada, poco a poco siento que se va instalando la soledad de siempre, es inútil, para mi ya han llegado las vacaciones, solo me espera el sol del verano , horribles niños con balones y padres estúpidos comiendo helados.
            Pienso en bestezuelas mitológicas, hago el amor todos los días, y sueño con unicornios, minotauros, grifos… esos seres imaginarios que tanto amaba Borges, y que afortunadamente habitan en mi casa regurgitando entre mis cajas de libros con afán de salir y expresarse,  ah¡… es un engaño de los sentidos. De repente, lo veo aparecer desgarbado con su pachucho sombrero caminado por la playa a lo lejos, como un fantasma, ¡menos mal¡…, todas mis dudas se desvanecen en ese momento, me detengo sorprendida y luego acelero el paso con ansia en la misma dirección, eso es, en la misma dirección, ya se,  vienes de muy lejos para indicarme el siguiente renglón, no has desaparecido, estás ahí y me sales al encuentro  como si nada hubiera ocurrido, indiferente, impasible,  lejano…  entonces, mi mente se despierta de la horrible pesadilla en que estaba sumida, y pasa de largo , me dirijo a mis viejas estanterías y justo en la esquina derecha está Stevenson, están todos los escritores de habla inglesa que me hicieron pasar tantos buenos ratos, está Henry James, Mary Mc Carthy, Dos Passos… Joyce, London….  están todos los mares y los rios de América y de Las Islas Británicas, un poco más a la izquierda están los franceses y los alemanes, unos más queridos que otros, encuentro a Canetti y a Kafka encuentro  a Proust, y a Maupassant, encuentro a Strindberg, encuentro a los rusos, “Almas muertas”… a los escritores de América del sur, “El libro de los sueños”…  y a todos los poetas… Homero, Herodoto y Virgilio …… y vuelvo a soñar, todos ellos me están esperando, hago un alto en el recorrido y me olvido por un momento  de sus nombres, entonces aparecen cientos de historias que pueblan mi memoria, me zambullo en ellas para seguir soñando, ya entiendo, estoy a salvo, la pesadilla ha terminado, y te he sobrevivido para reinventarlas … …